02/12/2013

Quince cofradías gastronómicas participaron en la gala anual del ´Centolo Larpeiro´

La cofradía de O Centolo Larpeiro reunió ayer [sábado] a más de un centenar de comensales en el restaurante Villajuanita donde degustaron un menú pantagruélico a base de centolla y pierna de ternera como platos principales. 

La fiesta congregó a la creme de la creme de la gastronomía española con representación de prácticamente todas la comunidades españolas, desde Asturias a Cataluña, así como Castilla, pero también de Portugal o de Andorra.

Hace 21 años que O Grove acoge esta reunión de amantes del buen yantar que aprovechan precisamente las jornadas de exaltación de la centolla que se desarrollan a caballo del último mes del año.

La fiesta siguió el guion de otros años por lo que los asistentes emplearon toda la jornada para hablar de la riqueza culinaria del país, sin olvidar claro está al rey de los mariscos que es el anfitrión de esta cita que el pasado año se convirtió en nacional.

Los cofrades comenzaron temprano la fiesta, y a primera hora se les podía ver en el centrop de ciudad con sus capas y estandartes, que luego lucieron en la procesión desde la Casa da Cultura hasta el restaurante donde todos compartieron mesa y mantel.

El primer acto en la Casa dea Cultura consistió en el nombramiento de los nuevos cofrades del Centolo Larpeiro. En esta ocasión los homenajeados fueron Jaume Marimou Glosa, propietario del restaurante Cal Jaumet, el médico Ignacio López Balboa y Miguel Ángel Puente de Sabadiego (Asturias).

Pero no solo la lejanía es mérito para el reconocimiento que cada año concede el Centolo Larpeiro. Ayer volvieron a sentarse las bases para el hermanamiento de la asociación grovense que preside Víctor Otero Prol con los miembros de la cofradía que organiza la Festa do Caldo de Mourente. Insisten los anfitriones en la vinculación que el caldo y la centolla han tenido siempre a la hora de sentarse a la mesa.

Pero también algún premio se quedó ayer en casa. De hecho, Otero Prol recogió la medalla de oro del radioturismo que concede la Fundación Lusogalaica de Gastronomía y que resaltó los méritos del que es presidente de la asociación grovense y a la vez responsable del servicio de Protección Civil y Emergencias.

Precisamente el premio que el Gobierno, a través del Ministerio del Interior, concedió a Víctor Otero Prol, ha motivado las felicitaciones de todos los asistentes a la fiesta gastronómica de ayer.

El primero en felicitar al responsable del servicio de emergencias fue el edil de Seguridad, Alfredo Bea, quien también acudió a la cita del Centolo Larpeiro.

Con todo, el primer mensaje que los asistentes recibieron se ha referido a la fiesta de la centolla que se encuentra en el principal fin de semana de exaltación.

Y gracias a ello son muchos los restaurantes y hoteles que ya presumen del éxito de esta cita, pues como ocurre en el hotel Lavandeira han logrado una ocupación que ronda ya el 80 por ciento, muy próxima a la que suele haber en los mejores momentos del verano.

La prueba más fehaciente de ello, la del nueve, es la presencia de distintas cofradías gastronómicas en O Grove, de alguna de las cuales han acudido una quincena de miembros, caso de la catalana.

Y es que han acudido las más representativas como la Cofradía de la Anchoa de Cantabria, la de la orden de Sabadiego, la Orden Peregrina, la Cofradía de los Nabos, la del Oriceu (erizo) de Gijón, la gastronómica de Yamay de Aviulés, y la Real Cofradía Platos de Oro de Madrid, entre otras.

Los organizadores del Centolo Larpeiro han expresado su satisfacción con el éxito de esta edición pues saben de que todo ha salido sin un solo imprevisto.

La centolla recibió especiales elogios de todos los comensales, si bien este año ha sido la «pata de ternera a la antigua» la que tuvo más éxito tanto por su forma como por el tamaño del plato.

«Pocos fueron los que fueron capaces de evitar la tentación de fotografiar la exquisita ternera», asegura uno de los comensales quien destaca «parecía el torso de un varón».

También se sirvió centolla a manos llenas. «Han sobrado raciones», asegura uno de los asistentes con cierto recelo por no ser capaz de dar más abasto y tener que decir no al crustáceo con más sabor de las rías gallegas.

Al final, postre, licores, café y un puro en la puerta del restaurante completaron una jornada en la que tampoco faltó el baile y otras actividades de entretenimiento.

El Centolo Larpeiro ya empieza a pensar en el próximo año, pero también se proponen asistir a jornadas que se van a desarrollar en los lugares con la cocina más internacional de España y de los paises del entorno.

 

Publicado en Todogrove.com el 2 de diciembre de 2013.

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