El mal tiempo pudo influir negativamente, así como la pesca ilegal. Se pescaron 4.000 kilos a 20 euros el kilo
El domingo se largaron los aparejos y ayer llegaron a lonja los primeros centollos de la temporada. Puede hablarse de escasez o capturas «normales, tirando a bajas», pero también de precios buenos, «tirando a altos», tal y como explican en el sector.
A falta de datos oficiales, que no lo serán hasta dentro de unos días, el balance de esta primera jornada de actividad dice que en la provincia de Pontevedra -la única autorizada por ahora para pescar este recurso- se comercializaron en primera venta entre 4.000 y 5.000 kilogramos de centollo, con un precio máximo cercano a los 20 euros por kilo.
Así lo confirman en las diferentes lonjas gallegas, entre la flota de enmalle y compradores que ayer acudieron a los principales puertos para hacerse con los primeros ejemplares del preciado crustáceo.
El puerto por excelencia es el de O Grove, donde el centollo pasa por ser el de mayor calidad y suele marcar las máximas cotizaciones. Esta vez, con 2.241 kilos comercializados, el primer «mío», término que define la primera parada de la subasta, es decir, lo que se paga por el mejor producto del día, se quedó en 16,80 euros por kilo, situándose el segundo en 15,85 y el tercero, en 13,70 euros
Son tarifas importantes para la flota, sobre todo teniendo en cuenta que no suelen bajar demasiado y que aquí el producto va a retirarse siempre de la subasta cuando baje hasta los 7 euros, a diferencia de otros puertos donde a medida que avanzan las operaciones baja tanto que acaba prácticamente regalado.
No muy lejos de O Grove está la de Cambados, donde ayer por la tarde rondaron los mil kilogramos de centollo, con el mejor vendido a 16,96 euros; a mucha distancia, por ejemplo, de los dos lotes de 25 kilos que a primera hora de la mañana se habían subastado en Baiona, a 10 euros el kilo.
Mejor fueron las cosas en Cangas, con aproximadamente 300 kilos que marcaron un primer «mío» de 19,50, bajando progresivamente a 16,40, a 14,90 euros, a 13,50, a 12,10 y a 9,90 euros por kilo de centollo.
En Bueu superaron la cantidad vendida en Cangas, según indica su patrón mayor, José Manuel Rosas, que eleva el precio máximo de ayer hasta unos 22 euros, pagados por la centolla, ya que la hembra siempre se cotiza mejor que el macho. En esta lonja se habrían vendido unos 450 kilos de este crustáceo. «No vendemos tanto centollo como en O Grove, y además las condiciones del mar eran muy malas», explica el patrón.
Y así podrían aportarse datos sobre ventas realizadas en otras cofradías gallegas, pero ya de manera mucho más testimonial.
Lo que toca ahora es detenerse a pensar en el por qué de la escasez de producto. Por un lado se alude al mal tiempo reinante, y por otra parte a la pesca furtiva que durante los meses de veda causó estragos en las rías.
Respecto a lo del tiempo reinante, hay que reiterar que el centollo «enmalla» mejor, es decir, cae mejor en los aparejos, cuando el mar está revuelto, como últimamente. Pero si esa «revoltura» es extrema y el oleaje pone en peligro las vidas de los marineros o destroza las redes, el balance es evidentemente malo.
En esta ocasión «el mar no estaba para demasiadas florituras, por eso debemos conformarnos con lo que hemos pescado», explica Santiago Domínguez, uno de los pescadores que ayer recogieron los «miños» largados el domingo.
Este grovense, que reconoce que los precios pagados ayer «fueron bastante buenos», advierte de que «las capturas, a pesar del mal tiempo, no fueron del todo malas, pero cabe preguntarse qué pasará cuando se calmen las aguas y sople viento del norte, ya que nos tememos que en ese instante la centolla desaparezca; a finales de semana podremos sacar conclusiones».
Publicado por Faro de Vigo el 11 de noviembre de 2014 (texto de Manuel Méndes y fotografía de Muñiz).