Para la captura del centollo se pueden emplear diferentes artes de pesca que llevan a un mismo fin, hacerse con los ejemplares de este rico y apreciado marisco. Las más utilizadas son las nasas y los trasmallos, que explicaremos a continuación para aquellos que quieran conocer un poco más sobre la captura del centollo.
Pesca con nasa
Antes de hablar de este procedimiento de pesca es necesario saber qué es una nasa. Esta es un recipiente de forma prismática (en el caso de nasas para crustáceos), hecha con una estructura rígida de madera que da forma a la nasa, más ancha en la parte superior que en la inferior, y recubierta a su vez por más varillas de madera. En la parte superior es donde se encuentra la abertura plástica por la que entran los crustáceos, y es esa misma parte la que se abre para proceder al vaciado de la misma y sacar las capturas.
La pesca con nasa se realiza sobre todo en la costa gallega y del cantábrico. Estos «aparejos» van unidos entre si por un cabo (cuerda) y, una vez lanzados al mar, se hecha cebo con cualquier tipo de pescado para llamar a las posibles capturas. Los crustáceos consiguen entrar por el orificio plástico de la nasa, pero no les es tan fácil salir, quedando atrapados en el interior de este artilugio pesquero.
Pesca con trasmallo
La pesca con trasmallo o «miño» (por el lugar en el que fue creada esta arte), se realiza con unas redes de 2 o 3 capas, en las que la inferior tiene una malla inferior a la de las capas superiores. A esta «gran red» se la pone en posición vertical dentro del mar, paro lo que en la parte superior se añaden flotadores y en la inferior peso, ayudando a su correcta colocación.
La mayoría de estas redes se confeccionan a mano, y uno de los principales motivos por los que algunos pescadores evitan esta arte pesquera es que sacar los ejemplares de las redes a veces es muy complicado y las deteriora, obligándolo a su reparación, que también es muy costosa.